Truman Capote supuso que su obra A sangre fría inauguraba un nuevo género, la novela sin ficción. Chauvinistas o no, los argentinos declaramos que Rodolfo Walsh, con su valiente denuncia Operación masacre, se le había adelantado. En realidad, hay obras anteriores que bordean el género y que entran decididamente en la definición de novela y se apartan de la típica investigación periodística. Lo que no cabe duda es que Emmanuel Carrère es el gran maestro contemporáneo del género. Su obra De vidas ajenas no es una labor “periodística” y evita la ficción de modo preciso, mucho más que esos antecedentes. Habla, observa, lee y cuando agrega sus opiniones y sensaciones lo aclara. Todo verosímil y comprobable. No inventa siquiera los diálogos. Pero atrapante. Y emocionante. No te dejará abandonarlo. Cuenta dos historias relacionadas: el trágico impacto del Tsunami en una familia plácidamente de vacaciones en Ceylan (Sry Lanca, isla al sur de la India) y el legado profesional de su cuñada, una abogada que silenciosamente, antes de morir de su enfermedad, había cambiado la jurisprudencia a europea respecto de la usura. Una hermosa lectura, que recomendamos.
Muy buena novela!!!