La carrera de Rita Lee se divide en dos: la primera parte como vocalista y multinstrumentalista en Os Mutantes, de 1968 a 1972. La segunda, desde su salida de la banda hasta ahora como solista. Lee, a sus casi 74 años, en su país natal es una súper estrella y una pieza clave en la construcción de la Música Popular Brasileira y figura central en el movimiento Tropicália.
Rita Lee Jones nació en Sao Paulo en 1947, hija de un dentista descendiente de estadounidenses, y una maestra de piano. Su destino estuvo escrito desde el momento en el que, cuando cumplió 15 años, pidió una batería de regalo. Unos años después, junto con Arnaldo Baptista y Sérgio Dias, formó a Os Mutantes. La banda se destacó de entre sus contemporáneos por su ecléctico estilo y sus excentricidades sobre el escenario. Eran una especie de Velvet Underground carioca. Montaban performances, hacían álbumes conceptuales en los que convivían armonías y melodías avant-garde con letras surrealistas que parecían haber sido escritas en cuanto despertaban de un sueño alucinante. De 1968 a 1972, Os Mutantes lanzaron cinco álbumes casi al hilo: Os Mutantes (1968), Mutantes (1969), A Divina Comédia ou Ando Meio Desligado (1970), Jardim Elétrico (1971) y Mutantes e Seus Cometas no Pais do Baurets (1972). En ellos, Lee cantaba en la mayoría de las canciones, pero igual se ponía detrás de las percusiones, agarraba una flauta, rasgaba una auto arpa y manipulaba un theremin. Los cuatro álbumes de la banda con Lee son fantásticos y cada uno se sostiene por sus propios méritos. Los primeros dos son joyas Pop gozosas con algunos elementos psicodélicos. El tercero y el cuarto dan el paso por completo a la psicodelia y abrazan un estilo conceptual sólido y voladísimo al mismo tiempo. Las instrumentaciones de Baptista y Dias, sus armonías vocales, arropan la voz de Lee, quien los guía por canciones como “Panis et Circenses”, “Desculpe, Babe”, el experimento en portuñol en “El Justiciero”, y las dos versiones de la bellísima “Baby” de Caetano Veloso.
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